miércoles, 9 de septiembre de 2009

¿Será un cambio sustancial el 2010 para Chile?

El 2010, Chile celebrará doscientos años de vida independiente. Tal hito debiera ser una excusa para sentarnos a pensar el país en el cual nos gustaría vivir. Para el Centenario se estableció una Comisión de notables, convocados con la sola idea de llegar al primer siglo de la República dignamente. Sin esa visión, no habrían sido llevadas a cabo obras, como el Museo Nacional de Bellas Artes, el Parque Forestal, la Estación Mapocho, la red de tranvías, los Tribunales de Justicia, etc. Sin embargo, el Bicentenario ha jugado un rol protagónico en los diversos discursos expuesto en los últimos gobiernos Concertacionistas, es más, para coordinar las diversas actividades de conmemoración del Bicentenario, el gobierno formó un grupo de trabajo denominado Comisión Bicentenario. Esta surgió, específicamente, durante el gobierno de Ricardo Lagos, mediante un Decreto Supremo, es decir, una disposición de carácter especial y particular que dicta el presidente de la República basándose en la Constitución y la ley. Este plan entra con diversos puntos como forma de afrontar la celebración de los doscientos años de existencia del país, entre los que destacan la construcción de grandes obras viales y de infraestructura, como la Plaza de la Ciudadanía, o de obras culturales, como el Centro Cultural Palacio de La Moneda y la Biblioteca de Santiago. Sin embargo, el Puente Bicentenario que uniría a Chiloé con el territorio continental y que sería la principal obra, fue cancelado luego de que el costo estimado superara con creces lo presupuestado inicialmente, todo esto mezclado con polémicas políticas entre los alcaldes de Chiloé y el gobierno

No obstante, se puede visualizar la importancia que le han dado los últimos gobiernos a las obras bicentenario, ya que se han propuesto crear una ciudad metrópolis mas competitiva, con mejores condiciones medioambientales, que avanza progresivamente hacia mayores niveles de integración urbana, social y cultural, abasteciendo de servicios, infraestructura y equipamientos a zonas de territorio y vulnerabilidad social, sin embargo las más de veinte obras que se han propuesto no reflejan un cambio sustancial ha nivel de estructura sino mas bien medidas parches que intentan tapar de alguna u otro manera los graves conflictos que enfrenta hoy en día el país, como la crisis económica que ha traído consigo cifras alarmantes de desempleo, además de la pobreza, exclusión, educación, salud y vivienda